Acceso



Exceso de especias PDF Imprimir E-mail
Usar puntuación: / 0
MaloBueno 

En algunas ocasiones, los buenos cocineros emplean para sus guisos aditivos y especias que hacen que los platos que sirven evoquen sabores de ingredientes que no tienen. Si extrapolamos este ejemplo a la música, hay grupos y solistas que emplean estilos y sonidos que intentan adaptar a su forma de entender la música pero sin conseguir que arraiguen como una fórmula propia.


Los Pereza han alcanzado la fama y el éxito usando esta estrategia, convirtiéndose en una banda de rock blando (¿o pop duro?) que carga sus canciones de estilos e influencias con las que satisface paladares poco exigentes pero que deja en la boca de los buenos gourmets la sensación de que puede haber mucho más.
El teatro Juan Bravo se llenó en la noche del sábado como en sus mejores días para asistir al concierto del ciclo "Acústicos" en el que Rubén y Leiva ofrecieron un directo rompedor, en ocasiones apabullante y que mantuvo siempre un buen nivel. No cabe duda de que ambos son buenos músicos y conocen las claves del espectáculo; pero sin duda su talento puede y debe exigirles más de cara al futuro.

El concierto basó su propuesta en los temas de su último disco "Aviones", en el que Pereza defiende una forma de hacer música presuntamente más básica y cercana a sus orígenes. Este esfuerzo ofrece un trabajo excesivamente pretencioso que, sobre el escenario del Juan Bravo dejó claras sus virtudes y, sobre todo sus defectos.

El grupo es fiel a sus fuentes, y en sus canciones pueden reconocerse las influencias de Beatles, Rolling Stones, y en forma más cercana, a clásicos como Burning o Ronaldos —Johnny Cifuentes y Coque Malla presenciaron ayer el concierto—. Por eso resulta escasamente entendible que con estos mimbres surjan canciones como "Estrella polar" —perfectamente incluible en el repertorio de La Oreja de Van Gogh— o "Las 4 y 26", en algunos tramos bastante similar a "Stay" de Jackson Browne. En el lado positivo de la balanza, algunos temas rezuman rock de gran calidad —"Lady Madrid", "Voy a comerte"— interpretados con solvencia y oficio por músicos a quienes nadie puede negar su experiencia en bares y pequeños garitos que les han llevado, junto con la suerte, a los primeros lugares de las listas de éxitos.

De lo que no cabe ninguna duda es de su incuestionable carisma ante sus incondicionales, que hizo que las butacas del patio y las plateas fueran meros elementos decorativos para un público que bailó y coreó todas y cada una de las canciones.

Durante el concierto no faltaron guiños a Segovia y a Quique Santana, procer y mecenas del rock en Segovia que apostó por los madrileños en su día y a quien Rubén y Leiva devuelven afecto y agradecimiento en cualquier ocasión pública.

A buen seguro, Pereza madurará como grupo cuando arrincone las concesiones a la galería y al éxito inmediato e investigue,y escarbe en las raíces que tanto defiende y exhibe. Todos saldremos ganando.

Fuente de la noticia: 1 de Febrero de 2010